domingo, 23 de enero de 2011

No hay peor ciego...

Por: Camilo Garcia
http://k1000g.blogspot.com/2011/01/no-hay-peor-ciego.html

Desde hace algunos días, está circulando por emails una supuesta respuesta de un televidente que discrepa del programa presentado por Reinaldo Taladrid “Pasaje a lo desconocido” con el documental “Tabú”, sobre diversidad sexual, con la participación de la Directora del CENESEX, Mariela Castro Espín.

En su mensaje, pensemos que por ignorancia, se repiten argumentos homofóbicos –manidos por algunos círculos religiosos y escuchados en otros contextos- y manipula elementos ajenos al tema, todo con un claro objetivo de confundir y desacreditar el trabajo que se realiza en contra de la homofobia en el país. Mayoritariamente, sus razonamientos se expresan de forma crispada y absoluta, como para no permitir el más mínimo resquicio a las dominantes posiciones machistas, muy lejos del necesario debate sobre el tema en nuestra sociedad.

Y digo “necesario debate” con toda intención pues, precisamente haber excluido hasta hace poco a “lesbianas y homosexuales” del “ajiaco cultural” cubano, mucho daño que ha provocado al sentido plural de la nación. Desafortunadamente, en muchas ocasiones nuestras familias también se han visto divididas o han sido víctimas del maltrato (físico y psicológico), por no plantearnos con valentía y honestidad este tema.

Sin embargo, hay algunos elementos del referido mensaje que valen la pena analizar:

  1. La Campaña por el Respeto a la Libre y Responsable Orientación Sexual e Identidad de Género, que con no pocas resistencias ha liderado el CENESEX en los últimos años en la sociedad cubana, se dirige –como su nombre lo indica- al RESPETO de la diversidad sexual. Ello implica que las personas sean plenamente libres a expresar su sexualidad, a derrumbar tabúes y prejuicios, a ser más felices. Es absurdo pensar que lo que se pretenda sea “enseñar” a las personas a ser homosexuales porque, en primer lugar, eso no se enseña. (A propósito, no conozco los fondos con que cuenta el CENESEX para su trabajo, pero dudo mucho que sean millones de dólares)
  2. Es fácil desde las gradas criticar la dedicación del Ministerio de Salud Pública para solucionar el sufrimiento de las personas transexuales, que desde edades tempranas tienen que soportar la peor discriminación, la exclusión y el rechazo de su entorno social. El sufrimiento de las personas no tiene precio, tenga el origen que tenga; y, en estos casos, la sociedad tiene una enorme responsabilidad, por lo que no debe escatimar esfuerzos para solucionarlo.
  3. Tengo la confianza de que la Revolución cubana seguirá siendo fiel al principio humanista que la caracterizó desde sus inicios. Esto incluye las garantías del disfrute de todos los derechos de sus ciudadanos, sin discriminación por orientación sexual o por identidad de género; como mismo defendió, en su momento, el derecho de las mujeres y la lucha contra la discriminación racial, sin pedirle permiso a nadie.

Releyendo los argumentos utilizados en el mensaje que se ha circulado, por momentos parece que esa persona no vio el programa o, cuando menos, le prestó muy poca atención. Todas sus preocupaciones fueron tratadas muy claramente en el programa. Taladrid, como nos tiene acostumbrados, hizo preguntas certeras y agudas sobre las inquietudes más comunes de aquellas personas que aún son cautivos de sus propios prejuicios; y Mariela Castro explicó en detalles, de forma diáfana y sencilla –como la pedagoga que es-, todas las aristas del tema.

Una vez más se cumple el dicho de que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.

 

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