domingo, 31 de julio de 2011
HxD debate sobre fundamentalismo religioso y diversidad sexual
Los fundamentalismos religiosos, principalmente desde la perspectiva
cristiana, y su enfoque en la interpretación de la diversidad sexual fue el
tema que ocupó la reflexión del grupo en el mes de julio.
Esta es la segunda ocasión en que se realiza una aproximación al tema, pues
ya desde el mes anterior se había iniciado su análisis, con una primera
definición del término y la lectura comentada de algunos pasajes bíblicos
que son utilizados por algunos para condenar a la homosexualidad.
El facilitador del tema, Alejandro Martín, guió la reflexión colectiva que
caracteriza este tipo de encuentros. En la ocasión anterior se llegó a un
concepto de fundamentalismos religiosos por el método de lluvia de ideas,
donde todos y todas aportaron algún elemento de utilidad.
En esta ocasión, se distribuyeron varios postulados fundamentalistas contra
la homosexualidad, los cuales fueron analizados por grupos de trabajo y
posteriormente discutidos colectivamente. Dentro de los más destacados
estuvieron que Jesús condenó a la homosexualidad, que el sexo gay es
"contra-natura", que la homosexualidad es aprendida o que puede ser
"curada", la supuesta promiscuidad exclusiva de los gays, o la pedofilia y
el "reclutamiento" de muchachos jóvenes, entre otras.
Se concluyó que los fundamentalismos religiosos han sido utilizados
históricamente para condenar y, por ende, discriminar los comportamientos
sexuales que no cumplan con la "normatividad" heterosexual, monógama y
patriarcal, además de ser violatoria de los derechos sexuales como derechos
humanos. Asimismo, estos preceptos han influido en las culturas de los
pueblos y en los prejuicios de la población, incluso en aquellas personas no
creyentes que los repiten sin reflexionar.
La reflexión colectiva sobre estos temas permitió intercambiar opiniones y
profundizar en los conocimientos de los miembros del grupo, que
posteriormente serán multiplicadas hacia otras personas. Igualmente se
propuso ampliar la forma en que estos criterios han sido manejados por otras
posturas y religiones.
jueves, 28 de julio de 2011
¿Prejuicios sobre sexualidad en el siglo XXI?
El ingeniero Luis Orlando Abascal Barbán, de Bayamo, Granma, fue sancionado a separación definitiva de su puesto de trabajo, con cuatro años sin poder rehabilitarse, por tener en la computadora portátil que tenía asignada como medio básico la serie de documentales titulada La guía sexual del siglo XXI
09:38 Francisco Rodríguez Cruz / 25-07-2011
Periódico Trabajadores
Los prejuicios de no pocas personas al abordar y conocer sobre la sexualidad humana son conocidos, pero tal vez sea menos frecuente que estos lleven a conflictos laborales como los que nos relata el ingeniero Luis Orlando Abascal Barbán, desde Bayamo, Granma.
Este trabajador de la empresa eléctrica provincial se desempeñaba como especialista B en máquinas eléctricas y equipos primarios de centrales y subestaciones eléctricas hasta febrero de este año, cuando fue sancionado a separación definitiva de su puesto de trabajo, con cuatro años sin poder rehabilitarse, por tener en la computadora portátil que tenía asignada como medio básico la serie de documentales titulada La guía sexual del siglo XXI.
El material fue detectado en el equipo por una supervisión de una especialista en informática de dicha empresa y acto seguido una comisión disciplinaria determinó aplicar la citada medida, alegando que el material encontrado “si bien no se trataba de pornografía, su contenido es contrario al interés social y a las buenas costumbres, principios y valores éticos que caracterizan a la sociedad cubana”.
Por ser Luis Orlando un trabajador con buena trayectoria laboral y que nunca antes había sido sancionado, ello tuvo gran repercusión en su colectivo. Plantea que sabía de la auditoría informática, pero no borró la serie “pues no creí que el material fuera a ser visto de esa absurda manera”. Además tenía autorización para llevar la laptop diariamente a su casa, por lo cual no podían imputarle afectaciones al horario laboral.
Abascal reclamó ante el órgano de justicia laboral de base, porque incluso el reglamento de seguridad informática de la empresa autorizaba a “tener en las PCs videos (musicales, películas, seriales, novelas, documentales) hasta 4 Gb”.
En su defensa, el trabajador acudió a la opinión de la presidenta de la comisión provincial de educación sexual, la Máster en Sexualidad Zeida Santiesteban, quien evaluó el programa y emitió su juicio por escrito especificando “… su alto valor científico, técnico, didáctico y educativo y que resulta de interés general y de obligada
consulta no solo para los especialistas del área de la sexualidad sino para la población en general…”
Citó incluso una referencia hecha a esta serie en la sección Sexo sentido, del diario Juventud Rebelde, en su edición del 19 de marzo.
Luego de múltiples irregularidades en la actuación del órgano —según refiere Luis Orlando—, entre ellas dilaciones e imposibilidad de presentar sus pruebas, la reclamación fue dada sin lugar por el órgano y también por el tribunal municipal, que no tuvieron en cuenta la opinión de los especialistas ni el alegato de un abogado.
Envuelto en este conflicto que al afectado le parece “un cuento de Senel Paz” —escritor y guionista cubano conocido por la película Fresa y chocolate—, este ingeniero no entiende por qué le aplicaron la sanción más extrema sin considerar su historial y conducta como trabajador; su condición de padre de familia, con dos niñas de 5 años y de 10 meses y la esposa de licencia de maternidad; y los criterios de los expertos sobre el carácter educativo de la serie. ¿Acaso es tan grave procurar información científica sobre la sexualidad, en la Cuba del siglo XXI?