miércoles, 26 de enero de 2011

Los dolores ignorados, suelen ser siempre los más terribles dolores

Por Ale NotiG

 

Con estas palabras de nuestro José Martí deseo unirme al sentir de todos los que (como dicen en el mensaje llegado desde el Mejunje) optamos por un canto de felicidad capaz de opacar todos esos alaridos que, dicho sea de paso, nada nuevo y saludable tienen para mostrar a este mundo que, hoy más que nunca, clama por valores como la solidaridad, el amor, el respeto, la sinceridad, la unidad, entre otros verdaderamente

humanos.

 

Muchas son las cosas que me hubiera gustado decir ahora pero ya están magistralmente escritas en los mensajes de Roque, Paquito, Camilo, Raúl Regueiro y el Mejunje con los cuales coincido plenamente y apoyo y aplaudo y publico para todos los lectores en esta edición del NotiG.

 

En mensaje de Oscar Cuevas Romeros lo que yo también veo y recibo y percibo en sus palabras es una antipatía, una aversión, una repulsión, una hostilidad hacia todo lo que él con su discurso agrede sin importar incluso el dolor ajeno y el mal que se desea y de eso se trata el odio.

 

Los dolores ignorados suelen ser siempre los más terribles dolores y para mí es muy digna y noble toda labor que se pueda hacer a favor de esas personas que en silencio sufren y aun así entregan tiempo de su vida para cumplir con su deber social ya sea como médicos, como bodegueros, como escritores, como artistas etc.

 

No solo las personas LGTB sufren la HOMOFOBIA. Juntos a ellos están y comparten el dolor sus familiares y amigos.

 

En lo personal nunca voy a olvidar aquel lunes en la mañana cuando llegué a la casa de mi madre ( una mujer de 72 años de edad) y me recibió con un beso y con una enorme satisfacción me contó acostada en su cama que en la noche había visto el programa de Pasaje a lo desconocido con la participación de la Doctora Mariela Castro la cual es igualita a Vilma cuando habla, con una dulzura enorme y que finalmente fue Mariela, con su   tono pausado, quien le hizo ver y le aclaró en ese momento algunas dudas que tenía y que yo le había explicado pero que conmigo no acababa de entender.

 

A esa hora mi madre lloró, se acordó de cuanto sufrió en la etapa de mi niñez por las no se cuantas veces en que me descubrieron -por ejemplo- en la escuela jugando demasiado de manos con los varoncitos y tocando donde no debía tocar. Se acordó entonces que por esa situación me tuvo que llevar a un medico para, finalmente, no resolver nada pues, como era de esperar, continué mis juegos de manos con los varoncitos y tocando donde según ella no debía tocar.

 

Mi madre y yo queremos felicitar a Mariela y a Taladrid y a todos los que tuvieron que ver con la realización y trasmisión de esos dos programas.

 

Por otra parte pienso que opiniones como la de Oscar Cuevas Romeros hoy son un motivo más para continuar nuestra labor a favor del AMOR y en contra de la HOMOFOBIA.

Mi opinion desde Cienfuegos

Asunto: Mi opinion
Importancia: Alta

Es bien sabido que todo proceso revolucionario, en cualquier plano de
análisis, trae consigo mas temprano que tarde la reacción de las
anquilosadas ideas anteriores ya retrogradas y superadas; la resistencia al
cambio es un fenómeno extensamente descrito no solo para la conciencia
social, sino también para los cambios físicos, químicos y biológicos.

Cuando se trata de creencias, mitos y prejuicios, consecuencia de reflejos
reaccionarios que durante siglos han sido sembrados en la mentalidad
individual y colectiva, la batalla suele ser mayor, lo cual depende de
múltiples factores. Lamentablemente, agrava la situación que hayamos crecido
en un ambiente de falsa homogeneidad, ciertamente vencida con los continuos
llamados desde la máxima dirección del país a ejercer el derecho de opinión
y critica para hacer aun más inclusivo, plural, humanista y democrático
nuestro proceso social.

Fomentar una cultura del dialogo es parte de esta revolución dentro de la
revolución, y comprendo que entre los primeros y principales voceros de la
reacción se encuentren precisamente aquellos en quienes lo viejo posee mas
arraigo y menos argumentos, pero de ahí a las ofensas a personas e
instituciones y las especulaciones absolutamente faltas de sentido basadas
en mentiras, calumnias y la más completa ignorancia, no, eso es inaceptable.

Por ello mi primera sugerencia a Oscar Cuevas Romeros es, por favor, aprenda
a informarse antes de hablar, el refranero popular lo diría de otra forma,
la mas elemental norma del debate civilizado la aprendí con los jesuitas
"aborrece el pecado no al pecador". Ni siquiera haré alusión a sus
superficiales apuntes sobre la atención a la salud sexual y reproductiva
pues claramente provienen de su "experiencia personal", y otra vez, de su
supina ignorancia en el tema o manipulación burda, pues considero que
debieran responderla las autoridades competentes. Centrare mi atención en
los puntos segundo y tercero de su misiva a Taladrid, pues son comúnmente
utilizados para desvalorizar la estrategia por el respeto a la libre y
responsable orientación sexual e identidad de genero como esfuerzo de
nuestro perfectible proyecto social de conquistar toda la justicia social
posible y hacer nuestra sociedad aún más solidaria.

Sin dudas la homofobia ha sido una característica de nuestra cultura y viene
manifestándose desde la formación misma de la nación "aunque no se ha
manifestado de manera uniforme, sino que se ha visto moldeada con el paso
del tiempo, al punto que hoy tiene otros matices" como afirma el licenciado
en historia Abel Sierra Madero en su ensayo La nación sexuada publicado por
la editorial de ciencias sociales, en el
2002 en la colección Pinos Nuevos, lectura magnifica que le recomiendo por
su profusa investigación histórica. Pero continúa presente, y esa actitud –y
esas lamentables prácticas individuales, institucionales y
sociales- es necesario contextualizarlas.

A pesar de la existencia de adelantados a sus tiempos, en cada época
predomina una visión de la realidad humana estrechamente relacionada con los
postulados científicos alcanzados hasta entonces y los intereses de los
grupos en el poder, que pueden propiciar lo que el Che llamó una dirección
científica de la sociedad, o convertirse desde sus principales obstáculos.

Así podríamos entender a José Agustín Caballero al que se le atribuye la
aparición el 10 de abril de 1791 en el Papel Periódico de La Havana de un
texto fundacional homofóbico titulado "Carta crítica del hombre muger" o la
desprejuiciada opinión del general Serafín Sánchez, al hacer una semblanza
del mambí afeminado Manuel Rodríguez llamado La Brujita en su libro "Héroes
humildes y los poetas de la guerra".

También comprenderíamos al reconocido intelectual cubano, Gaspar Jorge
García Galló ideólogo de la Reforma Universitaria de 1962 que terminara en
la expulsión de los homosexuales de estos recintos desde un matiz
político-ideológico o en el lado opuesto, a Vilma Espín Guillois solicitó en
1986 al Dr Álvarez Lajonchere la redacción de un documento para ser
presentado a la máxima instancia política del país sobre "La
Homosexualidad: datos y consideraciones para la elaboración de lineamientos
de trabajo"; o al propio Fidel y la revolución cubana en su progresiva
visión sobre el tema de la diversidad sexual, pasando por los tristes hechos
del UMAP, no atribuibles por supuesto en lo personal pero sobre lo cual
asumió la responsabilidad histórica en hermosa lección de grandeza y
humanismo en las declaraciones al periódico La Jornada de México, hasta las
intensas jornadas por el Día Mundial contra la Homofobia de los últimos
años.

Pero no logro contextualizar la posición de Oscar Cuevas Romeros, por la
bajeza y lo soez de su ataque al CENESEX y su directora, que destila
homofobia y más, un ego deformado, cargado de rencores, frustrado, tal vez,
hasta maliciosamente intencionado ¿por si mismo o por encargo? (no hay que
leer mucho entre líneas para percatarse de ello). También a mi me huele
fétido.

Esta ampliamente descrito en la literatura científica que las personas con
una orientación sexual diferente a la heterosexual, mujeres y hombres,
construyen su identidad sexual sin los referentes naturalizados por nuestra
cultura (familia, escuela, organizaciones sociales, medios masivos de
información y el resto de los elementos que intervienen en la educación y
formación del sujeto) y sin modelos a observar (parecieran que son pocos los
y las homosexuales exitosos porque pocos de estos se atreven a asumirlo
públicamente evitando el estigma). Se educan en ambientes que tienden a
ridiculizar, agredir y cuestionar la homosexualidad y observan como modelo
la relación heterosexual y los roles estereotipados de género, proceso
difícil para las familias pero inaceptable en las escuelas y condenables
penalmente cuando tienen lugar en el ámbito laboral. Y esta es una realidad
de la Cuba de hoy.

Como consecuencias, en la inmensa mayoría de las personas con sexualidades
no hegemonicas, este proceso puede ir acompañado de sentimientos de
inadecuación, aislamiento, temor al ridículo, necesidad de ser aceptados y
vergüenza de sí mismo, con fuertes tendencias a la depresión, baja
autoestima, dificultades en las relaciones interpersonales, necesidad de
reconocimiento social y pobres habilidades asertivas. Al rechazo familiar
súmese la carencia de espacios para desarrollar su vida personal,
afectivo-sexual y compartir con iguales que refuerza la necesidad de ocultar
sus comportamientos para evitar el rechazo social. La internalización del
estigma y los prejuicios sobre la homosexualidad en algunos conlleva al
rechazo de sí mismo por su condición sexual y al rechazo de los similares
asumiendo conductas llamativas y hasta abiertamente rebeldes ante la
necesidad de manejar esta situación. Las más graves de estas consecuencias
son la elevada vulnerabilidad ante las ITS y el VIH/sida, pero también las
adicciones o las muertes por suicidio.

Las profundas secuelas psicológicas, sociales, y de salud, por si solas,
ameritan su abordaje. No hacen falta crímenes de odio para decir que en
nuestra sociedad hay muchas manifestaciones de homofobia (le sugiero, no
obstante, ver el documental "Tacones Cercanos" de la muestra de jóvenes
realizadores: la historia de un travesti a quien le lanzan ácido en la cara
en plena 5ta avenida, y no es el único documentado), pero más que atender a
los problemas derivados, sobre todo, estamos hablando de derechos humanos,
del elemental respeto de la dignidad humana.

Es cierto, como en todos los grupos humanos existirán individuos con
comportamientos incorrectos, otros con actitudes y conductas dentro de la
media y algunos sobresalientes, los por cientos relativos dependen de
múltiples factores, pero sobre todo de cómo la sociedad se proyecte en la
educación integral y la atención a las causas y condiciones que lo
propician, sobre cualesquiera de ellos con conductas antisociales, más allá
de sus orientaciones sexuales e identidades de genero, debiera caer el peso
de la ley sin menoscabo de sus derechos.

Sin dudas hemos echado a andar inteligentemente por el camino de la
inclusión, pero aun los pasos dados son timoratos y ambivalentes, pensando
en la necesidad de no apresurarse porque los cambios de mentalidad son
lentos y progresivos, pero en mi opinión, sin el valor de la norma de
derecho positivo que fija la posición oficial y no deja espacio a las libres
interpretaciones de unos y otros, y al descargo de las responsabilidades de
todos en la problemática, pareciera a veces, para algunos, que es capricho
impositivo del CENESEX.

Por ello, me sumo a los que exigen que de una vez el parlamento cubano se
pronuncie a favor de los proyectos para la protección jurídica de los
derechos inalienables de las "minorías sexuales" que desde hace años esperan
su consideración; algunos espetan que debemos esperar a que la sociedad este
preparada, otros, la necesidad de someter a consulta popular el tema antes
de aprobarlos; sin embargo, me cuestiono y al fin expreso públicamente, si
es lógico en materia de derecho, consultar a aquellos que ejercen el poder
hegemónico, sobre los derechos de los otros subyugados: a los ricos sobre
los derechos de los pobres, a los blancos sobre los derechos de los negros,
a los hombres sobre los derechos de las mujeres, o a los "normales" sobre
los derechos de los individuos con necesidades educativas especiales…
Necesitaríamos la aprobación de los poderosos países desarrollados sobre los
derechos de nosotros pobres y subdesarrollados???

Y aunque reconozco avances en este sentido, considero que la cobertura por
los medios de comunicación social es todavía imprecisa, la eterna
justificación de la política editorial establecida apunta a censuras, que
condicionan una pésima ejecución de la estrategia por los medios,
maniatados, a su vez, por las inconsistencias de las instancias decisoras,
hombres y mujeres productos de sus tiempos y condicionamientos machistas, y
así mismo, señalo críticamente el pobre papel de las sociedades científicas,
salvo contadas excepciones, que han dejado solo en manos del CENESEX el
debate social necesario, pareciera que en sexualidad no hay ciencia
constituida cuando choca con los prejuicios que matizan la endosexualidad de
muchos profesionales, y abogo, además, por desarrollar el prácticamente
inexistente activismo de la comunidad LGBT, pobremente organizada y por
tanto inaccesible para empeños educativos mayores.

Finalmente, quienes conocen a Mariela Castro Espín, la saben una mujer
sensible, accesible, con profunda vocación humanista, ejerciendo sus
funciones por méritos propios con profesionalidad, de ahí emana su
prestigio.

¡Ojala el CENESEX fuera una institución de millones, nos queda tanto por
hacer por los más desfavorecidos!

MSc Alain Darcout Rodriguez
Psicologo de Cienfuegos


--

Este mensaje le ha llegado mediante el servicio de correo electronico que ofrece Infomed para respaldar el cumplimiento de las misiones del Sistema Nacional de Salud. La persona que envia este correo asume el compromiso de usar el servicio a tales fines y cumplir con las regulaciones establecidas

Infomed: http://www.sld.cu/

martes, 25 de enero de 2011

Carta respuesta a Oscar Cuevas Romeros Parte III

Debate Vs. Difamación y el Sentido de la Responsabilidad

 

Estimado Oscar,

Después de que el contenido de su correo electrónico viajara de forma expedita de cadena en cadena, un amigo lo calificó como una “joyita”. Imagino que se refería al compendio de homofobia contemporánea que hace palidecer a los estamentos de la Santa Inquisición.

Sus opiniones homofóbicas constituyen un excepcional aprendizaje en la desarticulación de los prejuicios acerca de la diversidad sexual,  de la que también usted es parte, por supuesto. Por ese motivo me sentí obligado a separar la hojarasca y centrarme en las cartas anteriores al mencionado ejercicio del debate sobre sexualidad y derechos sexuales. Fíjese que esto se realiza a muy bajo costo y sin gastar un solo centavo del presupuesto del CENESEX.

Hurgando en la hojarasca y a tono con la discusión de los Lineamientos de la Política Económica y Social, hoy dediqué unas horas a averiguar el monto del presupuesto anual asignado a esta institución por el Ministerio de Salud Pública.  Las cifras me sorprendieron y mi incredulidad duró muy poco al recibir un mensaje que también trataba el asunto de marras.

Supe que el presupuesto asignado a esa institución anual está alrededor de los  361,300 pesos cubanos. Como a usted solamente le interesan las divisas, le ahorro el cálculo: esa cifra equivale a 14,452 CUC.  Sin embargo usted dice: ¿por qué el Cenesex no se ocupa de este tema y destina parte de los millones de dólares que se gastan en campañas por el día mundial contra la homofobia? (…) De paso indagué por el monto en divisas que, según sus propias palabras, no se utilizan en apremiantes problemas de salud; la respuesta fue que NO se le asigna ningún presupuesto en divisas a la institución ni a las campañas que realiza.

Lo anterior me hizo meditar sobre la mentira y el sentido de la responsabilidad al expresarnos en el debate. Estos comentarios resultan sumamente graves, puesto que la mentira, transmitida sin cesar en la red de redes, ha sido utilizada para difamar a una institución del Estado cubano.

Consulté también el Código Penal Cubano, que dice textualmente en su capítulo IV, artículo 204:

El que públicamente difame, denigre o menosprecie a las instituciones de la República, a las organizaciones políticas, de masas o sociales del país, o a los héroes y mártires de la Patria, incurre en sanción de privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas.

 

Su silencio y la masiva distribución de su opinión preocupan. El sentido de la responsabilidad no limita en lo absoluto la libertad de expresión, ni la polémica constructiva que tanto necesita la Nación. La mentira y la difamación son inaceptables. Creo que por ahora no se requiere decir nada más.

 

Saludos,

 

 

Alberto Roque Guerra
25 de enero de 2011

 

 

 

 

 

Carta abierta desde El Mejunje contra las cavernas de la intolerancia

Con indignación, pero también con gran pena hemos leído el mensaje enviado al programa Pasaje a lo Desconocido por un coterráneo nuestro que responde al nombre de Oscar Cuevas Romeros, a propósito de la entrevista realizada por su realizador y conductor, el periodista Reinaldo Taladrid a la pedagoga y directora del Cenesex, Mariela Castro Espín, como preámbulo a la exhibición del documental Tabú.

Lo primero que lamentamos es que esa carta haya salido de unas de las ciudades de más alta espiritualidad y cultura del país—según asientan numerosos y rigurosos estudios—, y si a diario no estuviéramos en perenne contacto con cientos de personas de nuestra provincia y del resto de la isla cuyo pensamiento humanista y desprejuiciado nos llenan de satisfacción y esperanzas, podríamos pensar que el esfuerzo  y las ilusiones de tantos años han sido en vano.

Por la fluidez con que emana su veneno y el lenguaje que usa en sus cavernarios argumentos, es evidente que Cuevas Romeros posee un nivel de instrucción suficiente como para conocer que la homosexualidad no es ni siquiera una opción o gusto, sino una manifestación natural más del ser humano desde los albores mismos de la humanidad, por lo que condenarla sería como condenar a unas personas por no tener el cabello rubio o ser simplemente de baja estatura (¿no nos recuerda esto a cierta ideología?).

Es tal la agresividad del santaclareño que arremete despiadadamente contra nuestro sistema de salud, del cual al parecer ha hecho un sondeo profundo mediante el cual ha podido «probar» que la mayoría decisiva de su trabajadores son homosexuales. Ante tal afirmación no puede dejar de activarse nuestra perspicacia y preguntarnos ¿cómo es que lo sabe? ¿por qué conoce tan bien ese mundo?. Tampoco podemos dejar de citar esa máxima popular de que los extremos se tocan, ni tampoco aquella aseveración leninista de que baste levantar la piel de un extremista para con seguridad encontrase con un oportunista. ¿Acaso tanto encono no será  manifestación de miedo o frustración?

Tal vez lo mejor que le haya pasado al señor Oscar es no poder procrear, pues de haberle nacido un hijo homosexual seguramente hoy estaría en una casa de niños sin amparo filial que generosamente nuestro estado mantiene para aquellos desheredados del amor de sus progenitores.

Pero va más allá Cuevas Romero y embiste contra la directora del Cenesex, su irrespeto rebasa los límites de la discrepancia para entrar en el campo de la calumnia, quizás si revisáramos el código penal cubano encontráramos que tales diatribas están reconocidas en alguna figura delictiva.

No se si será ignorancia o sencillamente una malsana intención, pero conocido es de muchos que el centro que dirige Mariela Castro pose una exigua plantilla laboral y que buena parte de esos «millones de dólares que se gastan en campañas», que esas «divisas», ese «financiamiento», procede en la mayoría de los casos de donaciones de organizaciones que defienden los mismos derechos que defiende el Cenesex para las cubanas y cubanos, que si hubiera hecho «uso de la fuerza que le confiere el cargo» no tuviera que estar, a 22 años de creado el centro, luchando todavía por una tímida reforma del Código de familia y soñando que este tema esté algún día entre los debates de la Asamblea Nacional. Solo una mujer poseída por  bondad y la ternura que caracterizan a Mariela Castro Espín podrá ganar esa batalla y no serán los gritos de las catacumbas más retrógradas de la historia  los que la hagan cejar en el empeño.

Estamos concientes que la actitud de este preocupado habitante de Santa Clara no es aislada, que no son poco los que aún se mantienen en esta rancia y deshumanizada posición, recién nos llegan noticias desde Caibarién, donde a un excelente egresado de la Escuela de Economía de ese pueblo se le ha negado la posibilidad de ejercer la docencia por su condición de homosexual.

Los que trabajamos en El Mejunje conocemos la responsabilidad social que tenemos, que modestamente pero con perseverancia y convencimiento de causa estamos contribuyendo al ideal de país por el que hemos luchado, libre de odios y exclusiones, con todos y por el bien de todos. Las miles de personas de todas las edades y grupos sociales, que llegan semanalmente a nuestra acogedora y siempre abierta casa a encontrase y ser felices nos dan la razón para seguir.

Ojalá Oscar Cuevas Romeros y los que como él piensan solo sean tristes voces clamando en el desierto de la intolerancia y que sus alaridos sean opacados por el canto de los han optado por la felicidad.

 

 

El Mejunje, Santa Clara, 24 de enero de 2011

 

 

lunes, 24 de enero de 2011

opinión sobre el programa Tabú, en Pasaje a lo Desconocido

Mi opinión:

 

He leído el comentario de Oscar y reconozco mucha sinceridad de criterio en sus planteamientos, con una carga lamentablemente negativa a partir de su irascible discriminación hacia personas de “diferente” orientación sexual a la de él y de un problema de salud, entre su pareja y él, no resuelto. Pero no dejo de pensar en cómo hacer entender a Oscar y todas aquellas personas que discriminan a homosexuales lo absurdo y negativo de esa actitud. Todo esto sin ofender y tomar la misma posición discriminatoria hacia personas heterosexuales, con mentes heterorigidas. Soy homosexual  y gay, pero por sobre todo un ser humano cubano comprometido feliz.

 

Cubano; lo primero es pensar lo siguiente, todos debemos crecer en el respeto al otro y en la igualdad de oportunidades para todos. En este entramado gigante de personalidades, mas allá de las orientaciones sexuales, hay personas con diferentes características, visiones de la vida, proyectos de vida y ambientes sociales que modelan su respuesta social y que puede ser normativamente buena o mala. Gente con comportamiento grosero hay muchas ¿Verdad amigo homofóbico? El estigma y la discriminación es un comportamiento grosero y violatorio de derechos, que practican algunos letrados e iletrados. Pero  pregunto ¿Borrachos, violadores, delincuentes, proxenetas, drogadictos, etc. etc…..heterosexuales, tienen comportamientos groseros? Respondo: Si y no es porque son heterosexuales, incluso algunos son trabajadores cultos y notables.

 

La mayoría de personas Travestis y Transexuales son bellas personas, increíbles seres humanos, con sentimientos y valores envidiables, con aspiraciones gigantes, truncadas socialmente e institucionalmente. Una homofobia silenciosa, sigilosa, pero con gran carga de agresión social, a este grupo, les coarta sus potencialidades.

 

En particular la comunidad de personas tranvestis y transexuales en nuestro país, recibe de la sociedad una carga  incomparable de discriminación, agresión, falta de oportunidades, violación de derechos, falta de espacios de socialización y de realización escolar y familiar…todo lo que le hace falta un ser humano común para mejorar su respuesta social.  Y que pretendemos,  ¡dar palos y recibir flores!. Muchos  individuos (heterosexuales, homosexuales o bisexuales)  juzgan a otros a partir del propio racero pero (casi) siempre utilizando las normativas heterosexuales. MAL. Las personas hay que verlos con sus características e individualidades, por sus sentimientos y valores, la orientación sexual es privada de cada individuo, no debería ir a debate público, hacer otra cosa es violentar la libertad individual de cada persona. Pero ahora que está en el debate público al menos debemos todos ser respetuosos y aceptar que cada persona es diferente y única, con necesidades y aspiraciones, por tanto, juzguémoslos por sus sentimientos y valores y dejemos al lado chimes morbosos.

 

A raíz de este mensaje debatía con unos compañeros de trabajo  sobre el mensaje, abajo les copio parte del email:

 

…..luego, hay un sin número de criterios que se presentan en la carta  susceptibles a ser explicados con argumentos razonables y notar que todo no es color de rosas como se pintó en el programa y hacer saber que el tratamiento a transexuales es engorroso como muchos servicios de salud en Cuba, con carencias, desconocimientos y algún que otro mal trato. Claro, es más fácil tratar a unos pocos que a decenas o cientos de parejas con problemas de infertilidad, pero servicio de salud al fin tiene calamidades. Hace poco reflexionaba con un grupo y los invitaba a pensar en cuantas operaciones se hacen para corregir físicamente los cuerpos de las personas y adecuarlos a lo que se supone un “funcionamiento normal”,(no me refiero a ningún tipo de cirugía estética, como los implantes de senos y otros conocidísimos) por ejemplo despegar dedos, levantar parpados, corregir labios leporinos y otros que si no se hacen permiten un funcionamiento físico/orgánico como el de cualquier individuo (un poco mejor o peor, pero funcionando) pero que se realizan para mejorar el funcionamiento, realizar una adecuación estética que aumenta la autoestima y permite una inserción social alejada de burlas y otros contratiempos lascivos. Les decía: ahora imaginen que Ud. es una mujer pero nació con un pene, ¿Qué hacer? Si la ciencia lo permite, quitar pene y poner vagina, ¿Quién paga eso? El mismo que paga las correcciones que mencionábamos anteriormente. ¿Qué le genera al individuo intervenido? Mayor control de su vida, aumento de la autoestima, autorrealización y complacencia consigo mismo. ¿Para la sociedad que genera? Un individuo incorporado, socialmente feliz, disminución del estigma y la discriminación.  Y ¿Quién paga eso? Para los casos anteriores nadie se lo cuestiona, para el cambio de sexo pasa por el tamiz de la orientación sexual y entonces la cuestión no es de gastos económicos sino de homofobia. Pero lo cierto es que las personas transexuales (y que a veces no tienen que reasignarse sexualmente para resolver su conflicto de identidad) no son homosexuales, en el 98% de los casos o más.

Amigo, gracias por el mensaje, aquí te dejo con un pequeño acercamiento desde mi opinión, muy sintética.

 

Soy feliz de vivir en este país mezcla de rumba, tabaco y ron; mezcla de blancos, negros y mestizos; mezcla de niños, jóvenes y adultos; mezcla de homosexuales, bisexuales y heterosexuales; mezcla de trabajadores, estudiantes, jubilados y desempleados; mezcla de orientales, centrales y occidentales; mezcla de conformes e inconformes; mezclas de las mezclas. Soy feliz de vivir en este mi imperfecto país donde cada día las personas hablan con más libertad sobre la sexualidad, hablando como lo hace el cubano: con criterio de causa. Generalizando mi problema al de todos, mi opinión es la de todos, irrespetando las libertades e individualidades de otros. Este es mi país, con aliados y enemigos, un país donde los enemigos (de adentro y de afuera) han hecho blanco con la saeta de la homosexualidad y sus discriminaciones.

 

Este mi país que lucha por respetar e incluir a todos, amigo cubano, hagámoslo.

 

 

Saludos.

 

Raul Regueiro Segura

 

 

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P Por favor no imprima este correo si en realidad no es necesario. Gracias!

 

La homofobia está en los "Cuevas" ¿y es la hora de salir?

Por Francisco Rodríguez Cruz, tomado de Paquito el de Cuba.

http://paquitoeldecuba.wordpress.com/2011/01/24/la-homofobia-esta-en-los-“cuevas”-¿y-es-la-hora-de-salir/

 

Tal y como les dije tres meses atrás en medio de mi polémica con el colega Luis Luque, cuando pronostiqué que la discusión pública sobre los derechos de las personas LGTB más temprano que tarde tomaría mayor temperatura en la sociedad cubana, acaba de comenzar una pequeña guerrita de emails sobre el asunto, a partir de un mensaje homofóbico que supuestamente envió un televidente al programa “Pasaje a lo desconocido”, luego de la exhibición semanas atrás del documental “Tabú”, sobre la diversidad sexual, con la comparecencia en el estudio de la directora del CENESEX, Mariela Castro Espín.

Como he estado casi fuera del “aire” cibernético por los motivos que conocen, por suerte me encuentro ya con que más de un amigo del grupo HxD respondió a los endebles argumentos del firmante, Oscar Cuevas Romeros, de Santa Clara (el pobre, cómo debe sufrir en esa ciudad emblemática de la diversidad sexual).

Con sintética precisión y en combativa y bien argumentada carta abierta, Camilo García y Alberto Roque explican muy bien tanto el contenido como las posibles intenciones ocultas que podrían andar detrás de la extensa circulación por correo electrónico de este ponzoñoso texto, cuyo contenido también ambos reproducen.

Así que mi opinión sobre el asunto irá en clave de humor, como una parodia de ese juego infantil de mi niñez sobre el cual también una vez les conté, cuyo estribillo decía “El conejo está en la cueva y es la hora de salir…”
Así, de los seis puntos que mencionas, estimado Cuevas del bello Oscar —nada que ver con las Cuevas de Bella Mar— te puedo comentar lo siguiente:

Primero:
Reinaldo Taladrid, conductor del espacio, nunca va a quedar bien con todo el mundo cuando aborde temas como este. Porque si bien a ti el polémico presentador te pareció “noble”, “con un rostro tímido y diferente, más bien complaciente, asustadizo” frente a su entrevistada, yo cogí tremendo berrinche al ver la manera en que reproducía y de algún modo daba crédito con sus preguntas a casi todos los lugares comunes y las posiciones más reaccionarias que circulan entre la población heterosexual más intransigente, con una ingenuidad que casi parecía un despiste cómplice de la homofobia. Por suerte, casi todo tuvo apropiada respuesta, dentro de los estrechos márgenes de argumentación que admite un programa televisivo.

Segundo:
Si según lo dicho por ti, “en Cuba no hay manifestaciones de homofobia”, no entiendo entonces por qué afirmas acto seguido que “el cubano tolera a los homosexuales y transexuales”. ¿Quién les pidió —a ti o a cualquier otro— que nos toleren?: Oscar, lo que queremos es que nos RESPETEN, y en el caso particular tuyo: que nos IGNORES.
Debo darte además una noticia mala y una buena: la primera es que no solamente “los hospitales de nuestro país hoy no pudieran funcionar” sin las personas LGTB —como afirmas homofóbica y prejuiciosamente—, sino que otras muchas instituciones, servicios y organizaciones sentirían grandemente nuestra ausencia. Pero por suerte, Oscar: la orientación sexual y la identidad de género NO SON CONTAGIOSAS (ese miedo solo lo sienten a veces quienes llevan en el alma la Bayamesa —orientación homosexual oculta—, tienen miedo a reconocerlo ante sí mismo, y un feliz día dicen ¡Eureka!)
Además, siento mucho que te “desagrade” —según tu torcida apreciación— el empeño del CENESEX y de Mariela por hacer lo que llamas  “una tormenta en un vaso de agua”. Te informo, sin embargo, que muchas cubanas y cubanos homosexuales, bisexuales y transexuales todavía consideramos la meritoria labor de esa institución como “una gota de agua en un océano” de prejuicios como los tuyos.
Así que, coge paciencia, porque entre todos, todas y todes (la intersexualidad es otra realidad oculta)  nos encargaremos de formar un ciclón en una palangana, luego un huracán en una piscina y hasta “si me dijeran, pide un deseo, yo pediría un rabo de nube…” desde la punta de Maisí hasta el Cabo de San Antonio.
Pero te doy la razón en un aspecto: a mí también me “irrita” el comportamiento grosero de muchos “individuos”, que “al igual que al delincuente y antisocial común”, manifiestan su homofobia con chistes o alusiones constantes sobre los “maricones”, maltratan de palabra y de obra a mujeres, ancianos, negros, impedidos físicos o personas LGTB, profieren obscenidades en los ómnibus, toman bebidas alcohólicas y arman trifulcas, en fin, esas expresiones machistas o hegemónicas típicas lamentablemente bastante extendidas, que no sé si a ti te escandalizarán tanto como las posibles conductas inadecuadas de algunas personas no heterosexuales, las cuales, por cierto, no describes en detalle: ¿A qué llamas “comportarse y cumplir las normas elementales de conducta social”, en nuestro caso? ¿A que mi pareja no me pueda dar un beso dentro de una estación de policía o a que una pareja homosexual intercambie la más simple muestra de afecto, como ir de la mano o pasar el brazo por encima del hombro o por la cintura, en algún lugar público? Si tu molestia responde a razones como estas, te auguro un síndrome de irritación permanente en un futuro cercano.

Tercero:
Te “fastidian” mucho —según refieres— “las contantes comparaciones” al tratar el tema de la “libertad de género”, entre Cuba y las tendencias actuales en los países de la “vieja y culta Europa”. No debes vivir muy “fastidiado” entonces, porque es ínfima la proporción que ocupan esos temas en nuestros medios de comunicación, sobre todo si los comparas con los de esa Cuba de “rumba, tabaco y ron” con la cual te sientes tan identificado.
Dices que ese “gran ajiaco cultural nunca fue sazonado con lesbianas y homosexuales”, lo cual evidencia tal vez tus ineptitudes culinarias o desconocimientos históricos: ¿no será que somos como la sal, aquel regalo que el Rey de la fábula rechazó, y luego tuvo que admitir como uno de los condimentos más preciados, aunque invisible y subvalorado?
Ah, y recuerda que como somos “isleños caribeños que no nos parecemos a nadie más” —de acuerdo con tus propias palabras—también hicimos “un cambio tan brusco en la manera de pensar, en la idiosincrasia y en el comportamiento” como la Revolución, hace ya 52 años, para beneficio de todas y todos. En este terreno del respeto al derecho a la libre orientación sexual e identidad de género, el aprendizaje —contrario a lo que dices— ha transcurrido con dolorosas y terribles experiencias, muy lentamente.

Cuarto:
Ojalá un día Cuba pueda destinar “millones de dólares” a las campañas por el Día mundial de Lucha contra la Homofobia, como aseguras que sucede ahora.  Supongo que cuando eso ocurra, tanto tus problemas como los míos estarán resueltos casi todos, y con tanto dinero que tendríamos para ese asunto, a lo mejor hasta ya te percataste de tus atavismos culturales en materia de diversidad sexual.

Quinto
Yo también preferiría que gastáramos recursos en muchas, muchas, muchas cosas útiles, necesarias y lindas, algunas incluso urgentes, como varias de las que mencionas en el campo de la salud pública, y en otras muchas esferas de la vida cotidiana. Pero primero me parece que tendríamos que tener el dinero, o esperar al arribo del comunismo científico en un mundo utópico sin la dictadura implacable del capital.
Mientras tanto, hay que ganarse los pesos con nuestro trabajo y repartir los quilos entre todas las urgencias humanas, con la mejor sabiduría y sensibilidad posible, donde ningún sufrimiento o tristeza es menor o peor que otro: ni tu infertilidad, ni la cirugía de reasignación sexual de una persona transexual que lo requiera, merecen discriminación.

ÚLTIMO:
Tienes “confianza” en que “consulten al pueblo”, pero a la vez recelas de nuestro Parlamento y lo acusas de “cocinar” propuestas a sus espaldas —supongo que aludes así al proyecto de nuevo Código de Familia que todavía no circula entre los diputados, pero que está previsto en el plan de la actual legislatura, para satisfacción de las personas LGTB y la inquietud de muchos homofóbicos que presuntamente podrían estar retardando su discusión, solo porque incluye entre las propuestas de modificación la unión legal entre parejas del mismo sexo—.
Además juzgas y casi condenas con evidente mala intención a otras instituciones de nuestro Estado, el mismo que representa al pueblo que —según tú— “ha demostrado en estos más de 50 años no estar equivocado”. Así que te pregunto, igual a como me dicen a veces los “comecandelas” que critican a la Revolución cubana: ¿tú estás con los indios o con los cowboys?
En fin, Oscar Cuevas Romeros, como expresas al final de tu confuso y confundido mensaje, “otro gallo cantará un día”: ¡KIKIRIKÍ, fuera la homofobia de AQUÍ!
enero 24, 2011

CENESEX, "la institución de los millones", carta respuesta a Oscar Cuevas Romeros. Parte II

Estimado Oscar:

En mi carta anterior se quedaron algunos puntos en el tintero. Antes de
adentrarme en el tema central de esta, la segunda carta, considero
importante agregar que nosotros, las personas homosexuales, no sólo
trabajamos en el sector de la salud, estamos en todas las esferas de la vida
social de este país. Somos y hemos sido parte indivisible de la historia de
la nación cubana, aun cuando algunos -como usted- se esfuercen en negarlo.

Es por ello que me asiste el derecho a referirme a otros puntos de su
opinión, esta vez desde mi posición de médico y también orgullosamente
homosexual y comunista. La idea central de su opinión es puramente política
y desvía pérfidamente la atención de los temas relacionados con el
reconocimiento y el respeto a la diversidad sexual en Cuba. Sus burdos
ataques a Mariela Castro Espín, al CENESEX y al Sistema de Salud cubano son
más que elocuentes.

De manera confusa y manipuladora usted realiza un paralelismo de los costos
de los tratamientos de la infertilidad y las cirugías de reasignación sexual
(CRS) o de "cambio de sexo". Usted niega el derecho a un grupo reducido de
compatriotas a aliviar el intenso sufrimiento que les produce no sentirse
identificados desde muy pequeños con el género asignado al nacer. Puede que
usted no sepa que en Cuba se atienden a las personas transexuales desde el
año 1979, siempre de forma gratuita y mucho antes de que se introdujeran las
técnicas de reproducción asistida en la segunda mitad de la década de 1980.
Ningún problema de salud es superior ni más perentorio que otro. Nuestro
estado es garante del derecho a la salud de forma universal y gratuita.

Las CRS, el tratamiento psicológico y hormonal que se les brinda a estas
personas no son una opción, una moda, un capricho, ni responde a intereses
cosméticos de estas personas; todos persiguen aliviar el sufrimiento de
ellas como consecuencias de la discriminación familiar, escolar, laboral y
social de la que son víctimas. Es responsabilidad de la salud pública cubana
garantizarlos de forma universal y gratuita.

También es un derecho de las parejas (las parejas de lesbianas también) y en
lo particular de las mujeres, tener acceso a los métodos de reproducción
asistida. Nuestro sistema de salud parece haber garantizado el estudio de su
esposa - y asumo que también lo estudiaron a usted- de forma gratuita.
Lamentablemente este es un servicio muy caro, con tecnología muy
especializada. Adicionalmente, le recomiendo informarse mejor sobre sobre
las complejas determinantes demográficas, económicas y sociales que inciden
en la baja natalidad en Cuba.

Parece gustarle a usted las cifras económicas. No cuento con información
detallada de los costos de ambos procedimientos en Cuba. Solamente le puedo
informar que en el exterior los costos aproximados de la CRS son de 10,000
USD y los de los procedimientos de reproducción asistida fluctúan entre 15,
000 a 25, 000 USD, cuando se utilizan óvulos de donante. Cuando fracasan las
técnicas de fertilización in vitro los costos aumentan de 30,000 a 49,000
USD, por paciente; sin contar con los costos de la infraestructura y de las
facilidades. Ponga usted ahora en una balanza, lejos de sus rencores
políticos, lo que aquí le expongo; sobre todo cuando en Cuba contamos
solamente con 32 personas en espera de las CRS, algunas de ellas desde hace
más de 20 años. Es un golpe bajo criticar la realización de las CRS desde
una perspectiva económica, sobre todo por lo sensible del tema en la
realidad nacional actual.

Es una mentira atroz que el CENESEX recibe millones de dólares en las
campañas contra la homofobia en Cuba. Le emplazo a presentar pruebas de lo
que afirma. Soy testigo de que la mencionada institución realiza todas las
iniciativas educativas con la colaboración de muchas otras instituciones y
organizaciones cubanas en el marco de la Estrategia Educativa por el Respeto
a Libre Orientación Sexual e Identidad de Género. CENESEX desarrolla un
maravilloso trabajo educativo con las mismas limitaciones y restricciones de
recursos humanos y financieros que el resto de las instituciones del sistema
nacional de salud.

El liderazgo de Mariela Castro Espín como directora del CENESEX lo respalda
su loable desempeño como profesional, reconocido a nivel internacional. Su
activismo en incidir en las políticas cubanas sobre la sexualidad no es una
prerrogativa familiar, es parte del objeto social de la institución que
dirige, heredera de las humanistas y avanzadas iniciativas de su madre,
Vilma Espín Guillois.

La acusación de corrupción autorizada e ilegalidad en su último párrafo sólo
hablan de su bajo talante y sus odios sin sentido.

En próxima misiva trataré otro tema referente a su opinión, ojalá y las
personas que facilitan estas cadenas participaran con igual entusiasmo en
este necesario debate.

Alberto Roque Guerra
23 de enero de 2011

--

Este mensaje le ha llegado mediante el servicio de correo electronico que ofrece Infomed para respaldar el cumplimiento de las misiones del Sistema Nacional de Salud. La persona que envia este correo asume el compromiso de usar el servicio a tales fines y cumplir con las regulaciones establecidas

Infomed: http://www.sld.cu/

domingo, 23 de enero de 2011

No hay peor ciego...

Por: Camilo Garcia
http://k1000g.blogspot.com/2011/01/no-hay-peor-ciego.html

Desde hace algunos días, está circulando por emails una supuesta respuesta de un televidente que discrepa del programa presentado por Reinaldo Taladrid “Pasaje a lo desconocido” con el documental “Tabú”, sobre diversidad sexual, con la participación de la Directora del CENESEX, Mariela Castro Espín.

En su mensaje, pensemos que por ignorancia, se repiten argumentos homofóbicos –manidos por algunos círculos religiosos y escuchados en otros contextos- y manipula elementos ajenos al tema, todo con un claro objetivo de confundir y desacreditar el trabajo que se realiza en contra de la homofobia en el país. Mayoritariamente, sus razonamientos se expresan de forma crispada y absoluta, como para no permitir el más mínimo resquicio a las dominantes posiciones machistas, muy lejos del necesario debate sobre el tema en nuestra sociedad.

Y digo “necesario debate” con toda intención pues, precisamente haber excluido hasta hace poco a “lesbianas y homosexuales” del “ajiaco cultural” cubano, mucho daño que ha provocado al sentido plural de la nación. Desafortunadamente, en muchas ocasiones nuestras familias también se han visto divididas o han sido víctimas del maltrato (físico y psicológico), por no plantearnos con valentía y honestidad este tema.

Sin embargo, hay algunos elementos del referido mensaje que valen la pena analizar:

  1. La Campaña por el Respeto a la Libre y Responsable Orientación Sexual e Identidad de Género, que con no pocas resistencias ha liderado el CENESEX en los últimos años en la sociedad cubana, se dirige –como su nombre lo indica- al RESPETO de la diversidad sexual. Ello implica que las personas sean plenamente libres a expresar su sexualidad, a derrumbar tabúes y prejuicios, a ser más felices. Es absurdo pensar que lo que se pretenda sea “enseñar” a las personas a ser homosexuales porque, en primer lugar, eso no se enseña. (A propósito, no conozco los fondos con que cuenta el CENESEX para su trabajo, pero dudo mucho que sean millones de dólares)
  2. Es fácil desde las gradas criticar la dedicación del Ministerio de Salud Pública para solucionar el sufrimiento de las personas transexuales, que desde edades tempranas tienen que soportar la peor discriminación, la exclusión y el rechazo de su entorno social. El sufrimiento de las personas no tiene precio, tenga el origen que tenga; y, en estos casos, la sociedad tiene una enorme responsabilidad, por lo que no debe escatimar esfuerzos para solucionarlo.
  3. Tengo la confianza de que la Revolución cubana seguirá siendo fiel al principio humanista que la caracterizó desde sus inicios. Esto incluye las garantías del disfrute de todos los derechos de sus ciudadanos, sin discriminación por orientación sexual o por identidad de género; como mismo defendió, en su momento, el derecho de las mujeres y la lucha contra la discriminación racial, sin pedirle permiso a nadie.

Releyendo los argumentos utilizados en el mensaje que se ha circulado, por momentos parece que esa persona no vio el programa o, cuando menos, le prestó muy poca atención. Todas sus preocupaciones fueron tratadas muy claramente en el programa. Taladrid, como nos tiene acostumbrados, hizo preguntas certeras y agudas sobre las inquietudes más comunes de aquellas personas que aún son cautivos de sus propios prejuicios; y Mariela Castro explicó en detalles, de forma diáfana y sencilla –como la pedagoga que es-, todas las aristas del tema.

Una vez más se cumple el dicho de que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.

 

sábado, 22 de enero de 2011

Carta abierta a Oscar Cuevas Romeros, referente a opinión sobre el programa Tabú, en Pasaje a lo Desconocido.

Estimado Oscar,

He notado que el mensaje enviado por usted al programa Pasaje a lo Desconocido ha comenzado a circular a través de varias cadenas de correos electrónicos. Llama poderosamente la atención que en los programas radiales subsiguientes, en los que Taladrid ha tratado el tema, se dijo que se han recibido cientos de opiniones positivas hacia el programa, pero ninguna ha circulado en cadenas de correos electrónicos… mi sexto sentido me dice que “algo huele mal en el Reino de Dinamarca”. No obstante,  le confieso sentirme feliz por el impacto que ha tenido el programa.

Usted ha divido su opinión en varios bloques,  en cada uno de ellos opina vehementemente sobre temas que le preocupa. Considero oportuno responder - por ahora- algunos de sus puntos.

Su opinión me hace pensar  que  transitamos por el camino correcto en el debate y la reflexión participativa que necesitamos para eliminar todas las formas de discriminación que aún persisten en la sociedad cubana. Taladrid fue cuidadoso con este tema, con preguntas profundas, bien estudiadas. No lo conozco personalmente, pero como periodista debe sentir mucha satisfacción al provocar estados de opinión y reflexiones sobre este tópico en los televidentes. Sin dudas toma distancia de las aburridas y sosas políticas informativas que consideran a los consumidores como una masa homogénea, pasiva y manipulable. El buen periodismo no debe ser complaciente. Lamento su “poca confianza” y al mismo tiempo admiro su coraje al disentir.

Usted dice: “en Cuba no hay manifestaciones de Homofobia”. Su comentario es peligrosamente absoluto, deliberadamente homofóbico y encierra una contradicción evidente. Su carta toda apuesta por el silencio, por ocultar una realidad que niega derechos a muchos ciudadanos y ciudadanas cubanos que no se alinean a las normas rígidas de una sociedad machista, patriarcal y dónde solo tienen cabida la heterosexualidad y dos géneros rígidos, estancos, ¿inmutables?. El SILENCIO es también HOMOFOBIA y ambos DISCRIMINACIÓN. 

En Cuba la violencia física hacia las personas homosexuales y transgéneros  también se silencia. El hecho de que no se haga pública no significa que no exista. Si bien es cierto que es muy raro escuchar sobre asesinatos a estas personas, como lamentablemente sucede en esta parte del mundo por ese motivo, sí persiste la violencia psicológica y verbal. Lamentablemente no sabemos –con enfoque académico y científico- los resortes ni las articulaciones de las discriminaciones  por orientación sexual e identidad de género en la Cuba profunda, periférica. Tampoco se han tipificado los crímenes de odio en nuestro país, ni siquiera existe consenso internacional sobre esta problemática.

Sin embargo, en la cotidianidad  convivimos, en muchas ocasiones pasivamente, muchas actitudes y pensamientos discriminatorios hacia las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros (LGBT) y también entre estas personas y hacia las personas heterosexuales. En las escuelas los niños y niñas que muestran amaneramiento o incipientes roles de género diferentes al sexo asignado al nacer sufren de agresiones verbales, en ocasiones físicas. Muchas y muchos son condenados al aislamiento y a la exclusión. La situación es mucho más compleja cuando los maestros y maestras no cuentan con las herramientas necesarias para lidiar con estas situaciones y se ven obligados a actuar desde sus prejuicios.  Los temas relacionados con la educación sexual y sobre la diversidad sexual en lo particular no se imparten en los programas curriculares de los estudiantes y profesores. A pesar de que estos contenidos están incluidos en el Programa Nacional de Educación Sexual. A propósito, quisiera agregar que no se trata de enseñar a las y los educandos a ser homosexuales o travesti. Esto es imposible y no está comprobado desde el punto de vista científico. La escuela es responsable de transmitir valores humanos, sobre todo de igualdad y no discriminación, principios básicos para la creación de una cultura de derechos humanos que debe comenzar desde edades tempranas.

Las bases de la homofobia escolar se aprenden en la familia. La palabra destacada obedece a que los estigmas y la discriminación son culturalmente aprendidos. Desde las primeras horas de nuestra existencia nuestras familias nos moldean de acuerdo a los papeles de género (masculino o femenino) socialmente permitidos. A las personas se les  adjudica  poderes en dependencia del aspecto de los genitales. Quien no encaje en esas normas está destinado a sufrir de incomprensión, rechazo y discriminación dentro de su propia familia. Las madres y los padres sufren de mucha angustia ante esta contradicción. Algunas de las víctimas han acudido al suicidio como única salvación. Si usted no ha identificado a alguna familia conocida o no conoce de casos como esto, hágalo saber al CENESEX, puede que se identifique el primer barrio modelo referencial de Cuba. Se dará cuenta entonces que, con lo aquí dicho, no hay “tormenta en vaso de agua” alguna, más que eso: lamentablemente vivimos en  las aguas engañosamente tranquilas de la discriminación y la simulación.

Otra penosa realidad es que las y los homosexuales no podemos pertenecer oficialmente a ningún cuerpo armado. No existe lógica alguna en este punto. Desde el surgimiento de la nación cubana muchas personas catalogadas como homosexuales blandieron el machete en los campos de batalla. Asociar la orientación sexual o la identidad de género a la moral o la ideología no tiene basamento científico alguno. Ser patriota no guarda relación alguna con nuestros cuerpos o con quien (o quienes) decidimos compartir nuestra vida amorosa y nuestro erotismo.

También nos vemos obligados a guardar absoluto silencio sobre nuestras sexualidades en el puesto de trabajo. Aun así, somos blanco de comentarios, burlas y actitudes discriminatorias, sin contar con el acoso laboral. Las y los administrativos niegan el empleo, en franca violación de la Constitución y leyes laborales, a las personas travestis y transexuales, que se ven obligadas a recurrir al trabajo sexual o a empleos “no formales”. Esto ocurre también con muchas personas transgénero que a duras penas llegan a graduarse como profesionales o técnicos. Usted probablemente me dirá que la expresión de la sexualidad tiene que estar restringida al ámbito personal o privado. Sin embargo, le respondo que la sexualidad nos acompaña en todo momento de nuestra existencia y es un derecho inalienable expresarla. Lamentablemente, en la Cuba de hoy esto solamente parece ser un “privilegio” de hombres heterosexuales y en menor medida de las mujeres heterosexuales. Ellas también tienen limitaciones para “contar sus experiencias sexuales” o para piropear a los hombres, todo gracias a la opresión del género masculino dominante.

Usted dice, en artero ataque homofóbico hacia el sistema de salud cubano, que “si hubiera homofobia no habría personal disponible en los hospitales”. Mito al fin, contrasta con la mayoría de personas heterosexuales que trabajan en el sector de la salud, ámbito que tampoco escapa de los efectos de la homofobia. Se lo dice un profesional, que ejerce la medicina hace 17 años y trabaja en un hospital con casi 3000 trabajadores.

Resulta pretensioso hablar en nombre de todos los cubanos cuando se refiere a la tolerancia hacia los homosexuales, y puede que tenga algo de razón cuando usted apuesta por el silencio y limitar nuestro derecho a expresar nuestras sexualidades. Le invito a pensar en términos de respeto, igualdad y solidaridad.

Alberto Roque Guerra

Reinaldo Taladrid: Esperé a ver la segunda parte del documental  Tabú para hacer, por esta vía,  algunos comentarios del programa y el tema.

 

Primero:  

No era el acostumbrado periodista, hacedor de preguntas difíciles, agresivo, capaz de poner en situaciones difíciles al “especialista del tema”, que interrumpe cuando no le contestan lo que él quiere, que insiste en preguntas polémicas, no, esta vez Pasaje  tenia a un noble “conductor”, con un rostro tímido y diferente, más bien complaciente, asustadizo, con preguntas evidentemente conciliadas con su “oponente”. No debiste hacer ese programa  pues como yo, muchos cubanos perdimos un poco de confianza en ti.

Segundo:

Lo que más me desagrada del tema es el empeño del CENESEX y de Mariela Castro Espín de hacer del este una tormenta en un vaso de agua.  En Cuba no hay manifestaciones de homofobia. El cubano tolera a los homosexuales y transexuales.  Solo irrita el comportamiento grosero de muchos de estos individuos, al igual que al delincuente y antisocial común, cuando no sabe comportarse y cumplir las normas elementales de conducta social. (Si fuera de otra manera los hospitales de nuestro país hoy no pudieran funcionar).

Tercero:  

Mariela Castro, usted querido periodista y yo nacimos en Cuba y no en Europa. Fastidia mucho las contantes comparaciones al tratar el tema de la “libertad de género”, entre Cuba y las tendencias actuales en los países de la “vieja y culta Europa”. Cuba es rumba, tabaco y ron, es el gran ajiaco cultural que nunca fue sazonado con lesbianas y homosexuales.  Ni antes del 59 ni después nos dijeron que “eso era bueno” o que “era normal”. ¿ Cómo empeñarse en un cambio tan brusco en la manera de pensar, en la idiosincrasia y en el comportamiento de estos isleños caribeños que no nos parecemos a nadie más?. Este comportamiento de la doctora Castro Espín provoca más rechazo que adeptos.

Cuarto: 

Mi esposa y yo batallamos durante años para lograr que ésta saliera embarazada. Finalmente no lo logramos aún cuando ella fue diagnosticada como una mujer fértil y el resto de las pruebas fueron satisfactorias. Puede ser que la Dra. Castro Espín  no sepa que solo en la “Capital de todos los Cubanos” existe (en el Vedado)  consultas con tecnología para atender los miles y miles de casos de parejas que no logran procrear, que hay que hacer colas inmensas para lograr que un especialista te atienda.  En mi provincia esta es una de las especialidades más demandadas y a la cual el sistema de salud no le presta la más mínima atención. Sería bueno que la  encumbrada doctora supiera que no todos tenemos la suerte y el dinero del reconocido pelotero Eduardo Pared que para lograr el embarazo de su pareja tuvo que permanecer por un año en México. ¿ por qué el Cenesex no se ocupa de este tema y destina parte de los millones de dólares que se gastan en campañas por el día mundial contra la homofobia  para impulsar un programa de atención a la reproducción en un país donde la mujer no logra ni las tasas de reproducción que garanticen su remplazo?. 

Quinto

Preferiría que se gastara dinero (divisa)  en comprar colchones y pomadas anti escaras para los miles de personas encamadas, o la materia prima que los cientos de medicamentos faltantes hoy en las farmacias demandan, o para mejorar el estado de importantes áreas  hospitalarias, prácticamente en ruina. Preferiría fuertes campañas (con financiamiento, como lo logra el Cenesex) para atender los pacientes y los familiares de la demencia senil, para lograr que las madre parturientas dispongan de culeros desechables, para enfrentar con mas efectividad el tema del consumo de droga, alcohol y tabaco. Cuando estos problemas se estén atendiendo adecuadamente pudiéramos entonces pensar en las operaciones para el cambio de sexo.

ÚLTIMO

Tengo la confianza de que cualquier modificación a la legislación actual que pretenda cambiar los principios y los lineamientos concebidos y aprobados en la actual constitución,  se consultará al pueblo, el que ha demostrado en estos más de 50 años  no estar equivocado.  No creo que a alguien se le ocurra presentar las propuestas que se “cocinan” a la Asamblea  Nacional sin tener la consideración del electorado. Nadie tiene derecho a utilizar recursos financieros del País y que son del pueblo para hacer cuantas campañas publicitarias le de la gana haciendo uso de la fuerza que le confiere el cargo, acaso esto no es desvío de recursos, violación de la legalidad o corrupción autorizada y respaldada?. Otro gallo cantará un dia.

Oscar Cuevas Romeros.

Santa Clara. Villa Clara.

 

 

 

 

jueves, 20 de enero de 2011

Una teoría por el respeto de la diversidad sexual

 

La Habana, 16 ene. IPS - Las diferentes formas de afrontar el activismo por el respeto a libre orientación sexual e identidad de género salieron a debate en el conversatorio sobre Teoría Queer, que incluyó una conferencia sobre estos presupuestos del psicólogo puertorriqueño y radicado en los Estados Unidos, Wilfred Labiosa.


Esta actividad pertenece a un ciclo de paneles, de frecuencia mensual, que da inicio a la Jornada Cubana contra la Homofobia del 2011. Convocado por el grupo Hombres por la Diversidad (HxD) del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) , el encuentro fue desarrollado el sábado 15 de enero en la Fundación Ludwig de Cuba .


Con el título “Teoría Queer: un lente diferente para entender nuestra comunidad”, Labiosa esclareció los significados de “lo queer”, una categoría que pretende eliminar las tradicionales clasificaciones de los seres humanos basados con respecto a su orientación sexual e identidad de género.
Asimismo, explicó como esa teoría puede ayudar a profundizar y aunar fuerzas dentro del activismo por los derechos de la diversidad sexual, donde deben integrarse todas las personas no heterosexuales.


Para Labiosa, estos presupuestos ayudan a revertir el significado de palabras peyorativas atribuidas a estos seres humanos, y convertirlas en símbolos de lucha y reivindicación de estos sectores tradicionalmente marginados. Loca, cherna, pato, maricón, pájaro, tortillera, tuerca, travestón, entre otros, fueron los términos de este tipo identificados por el público, como los más usuales en Cuba para referirse a esta realidad social.

 

El ser “queer”, palabra que en inglés significa “maricón”, se define a través de esta filosofía como alguien que está contra lo “normal”, no constituye una identidad definida sino llena de múltiples esencias, abundó el también experto en Trabajo Social.


Además, propone varios principios más adecuados para comprender a la diversidad sexual: es un proceso y no un estado, las personas son multidimensionales, el caos aparente puede normalizarse, la posibilidad de vivir en un sistema complejo y declararse como no hetero provoca confusión en el resto de la sociedad.


Sin embargo, esta teoría que nació junto a propuestas feministas, tiene como elemento negativo que entiende estos fenómenos sólo como “construcciones culturales”, desechando cualquier factor biológico como causa natural de una orientación sexual e identidad de género distinta a la heterosexualidad.
Recientemente, estos estudios se están incorporando a América Latina, en países como México, explicó el también activista del varias organizaciones por los derechos sexuales en los Estados Unidos. En el caso de Cuba, instó a valorar su aplicación en el contexto cubano, que calificó de “muy adelantado” en muchos aspectos, y comenzar a formar un movimiento.


Labiosa proyecto además el documental “Mizery” de la realizadora Carmen Oquendo, sobre una artista trans panameña y radicada en los Estados Unidos. Además, el público debatió sobre las posibilidades de incluir la Teoría Queer en el trabajo cubano hacia el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género.


EL DEBATE
Al dramaturgo Norge Espinosa le pareció “difícil” el seguimiento de estos presupuestos en la isla caribeña, sobre todo por un contexto a la saga de asuntos como la violencia de género y el feminismo. Recordó también que hace alrededor de 10 años tuvo lugar en Cuba la primera conferencia sobre Teoría Queer y al menos otras dos antecedieron el conversatorio de Labiosa.


Según Raúl Regueiro, actual coordinador de programa del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas en Cuba, “estamos en un buen momentos para abrirnos a nuevas teorías”, y llamó a buscar los puntos en común con los Estudios de Género, que sí se han trabajado en el país.


Entre los y las asistentes se encontraba la juventud y heterosexuales, algo que Elmo Hernández, director de la Fundación Ludwig de Cuba, calificó de positivo, de cara a la necesidad de que “la sociedad cubana se plantee este problema como suyo, no sólo de la comunidad” LGBT (lesbianas, gays, bi y transexuales).
En este sentido, el promotor trans Riuber Alarcón remarcó la importancia de visualizar esta lucha desde la política para alcanzar grandes avances, y también desde esa política que hacemos todos los días con el ejemplo y la defensa de la diversidad sexual en la cotidianeidad.


Sobre ese aspecto, Nery Lázaro, coordinadora del grupo de mujeres lesbianas Oremi, recordó que a través del CENESEX sí se ha hecho política sobre los derechos de la diversidad sexual, a través del diálogo con otras instituciones y la capacitación de personal de la salud y la policía.


 A su vez, Félix Pedro López desea legarle una sociedad más respetuosa a las futuras generaciones cubanas, como crear y consolidar una comunidad LGBT.
Para Alberto Roque, doctor y coordinador de HxD, esta teoría aporta mucho para combatir todas las discriminaciones como por el color de la piel, edad, religión, cultura, etc.


Como parte de la Jornada, que tendrá su máximo desarrollo alrededor del 17 de mayo, se realizará en febrero un taller sobre “Amores diferentes”, encauzado por los y las integrantes de los grupos acompañados por el CENESEX: Oremi, HxD y Trans Cuba (2011).

 

lunes, 17 de enero de 2011

Conversatorio sobre Teoría Queer, en la Jornada contra la Homofobia 2011

En la tarde del sábado 15 de enero, la Fundación Ludwig de Cuba fue la sede del primer panel de la Jornada Cubana contra la Homofobia 2011, que pretende reunir todos los meses a población LGBT y otras personas interesadas para debatir sobre diversidad sexual.

En esta ocasión, a iniciativa del Grupo HxD (Hombres por la Diversidad), se organizó el conversatorio “Teoría Queer: un lente diferente para entender nuestra comunidad”, en la que el psicólogo y activista gay puertorriqueño -radicado en Boston- Wilfred Labiosa presentó el tema.

En ella, abordó los significados de “lo queer”, en contraposición a las categorizaciones que clasifican a los seres humanos basados en la orientación sexual y la identidad de género. Hizo también una breve alusión a los teóricos más destacados que formularon las bases de esta teoría y su aplicación en la actualidad. Resaltó asimismo el papel transgresor de “lo queer” frente a todo enfoque normalizador de la sexualidad humana.

El público asistente, alrededor de 70 personas de los grupos que conforman las redes sociales del CENESEX y otras interesadas que acudieron a la convocatoria, manifestó que no es la primera vez que se aborda esta temática en el contexto cubano, sin embargo no ha constituido un marco referencial para el abordaje del tema en las instituciones cubanas.

Se enfatizó que lo “queer” significa transgresión, cambios y emancipación, con la inclusión de todas las identidades sexuales; desborda las fronteras de la sexualidad y se relaciona con el color de la piel, el origen étnico, la clase social. Es una herramienta útil para comprender la base de todas las discriminaciones y trabajar en su erradicación.

Uno de los participantes manifestó que, desde una perspectiva macrosocial, la Revolución cubana es, en sí misma, queer. Se destacaron los avances logrados en los últimos años y se señaló, también, que queda mucho por avanzar para lograr la plena inclusión de todas y todos los cubanos. En ese mismo sentido, se manifestó la imperiosa necesidad de que el Estado cubano incluya los temas de diversidad sexual en las políticas.

 

 

 

miércoles, 12 de enero de 2011

Cuba: Para la diversidad, ante todo, respeto

Por: Raquel Sierra

martes 11 de enero de 2011,


La Habana, enero (Especial de SEMlac).- Angelis es alta por naturaleza y rubia por decisión. Muy de mañana está en su trabajo, cumpliendo con sus funciones en el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), donde también se desempeña como promotora de salud sexual.

Desde su condición de persona transexual, habla de la diversidad como un derecho humano y de la necesidad de la comprensión y el respeto, "porque lo que importa es la clase de ser humano que cada cual es".

 

Durante un tiempo, confiesa a SEMlac, "me sentí muy discriminada, tuve que dejar mis estudios, no pude concluir el preuniversitario porque no me comprendían, no me aceptaban; decían que era una inmoral, por mi forma de proyectarme".

 

Con el apoyo del Cenesex, entidad estatal que impulsa propuestas sociales y legales a favor de la diversidad sexual y promueve la labor de grupos de diálogo y reflexión de personas transexuales y lesbianas, entre otros, ha conseguido integrarse a la sociedad como nunca soñó ocurriría.

 

Angelis cree firmemente en la necesidad de brindarle conocimiento a la población en las escuelas y centros de trabajo, para que las personas aprendan, sobre todo, a respetar la orientación sexual de cada cual.

 

El tema de la sexualidad se debate, casi siempre, entre el rechazo y la tolerancia. Hay quienes siguen defendiendo una postura muy radical: "Dios hizo un gallo y una gallina"; "el hombre tiene que ser hombre y la mujer, mujer, y cada uno debe estar con el sexo contrario".

 

Oscar, un fotógrafo de 60 años, sostiene: "yo respeto lo que cada cual quiere ser, porque he aprendido a hacerlo, pero no me puedo desprender tan fácilmente de lo que aprendí y he vivido toda la vida. Lo vemos más normal ahora, pero durante años no fue así y ni se hablaba de un término hoy muy utilizado: la diversidad sexual".

 

Otros tienen la mente más amplia. Para Clara, correctora de un semanario, la diversidad debe ser vista como un asunto natural, sin necesidad de discriminación, lo que se vuelve un poco complicado en Cuba, "debido al machismo y los prejuicios".

 

En tanto, Alejandro, un ingeniero en computación, opina que la orientación sexual de las personas no debe, de ninguna manera, ser motivo de irrespeto ni de discriminación, por ejemplo, a la hora de elegir a una persona para un puesto de trabajo o dirección.

 

Aunque se ven señales de comprensión, existen actitudes y opiniones sencillamente homofóbicas, entre ellas la de una ama de casa de 41 años, residente en la barriada del Cerro, en La Habana, quien dice: "a mí que me digan dónde está la fábrica de los cuerpos equivocados, para darle candela".

 

Esas son varias de las tendencias en la percepción de la diversidad sexual en un país donde se mezclan el desconocimiento, los prejuicios, el machismo, el silencio, la intolerancia, la homofobia y una muy incipiente aceptación.

 

Desde la ciencia

Aunque en los últimos años hay cierta apertura en el tema y el país celebra públicamente, desde 2008, el Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia, abundan los vacíos en el conocimiento abundan, lo que no pocas veces lleva a la confusión y el rechazo.

 

El doctor Alberto Roque Guerra, intensivista del Hospital Hermanos Ameijeiras, en La Habana, y colaborador del Cenesex, señala que la diversidad sexual es subjetiva, y el término surge a finales de los años setenta y comienzo de los ochenta del pasado siglo, como aporte de la sexología, de los movimientos feministas, sociales y políticos lésbico-gay.

 

"Existe la heterosexualidad (orientación afectiva y erótica hacia el otro sexo), la homosexualidad (orientación afectiva y erótica hacia el mismo sexo) y la bisexualidad (orientación afectiva y erótica hacia ambos sexos), que pueden expresarse por mujeres u hombres", explicó a SEMlac el también presidente de la sección Diversidad Sexual de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (Socumes).

 

La transexualidad se refiere a las personas que, por lo general, desde su infancia y a lo largo de su vida, sienten pertenecer a un género (femenino o masculino), que no se corresponde con el sexo asignado al nacer, según sus genitales.

 

En la identidad de género hay dos categorías aceptadas socialmente: feminidad y masculinidad.

 

"En nuestras culturas, la asignación del género se realiza en el momento del nacimiento y se basa en los genitales. A partir de ese momento, la persona recibe una fuerte influencia cultural y social que le exige, rígidamente, la pertenencia a uno de los polos binarios de género mencionados", precisa Roque.

 

En Cuba, ninguna persona puede ser detenida o juzgada por su orientación sexual e identidad de género; sin embargo, existen casos de asedio por parte de agentes del orden hacia las personas de orientación sexual diferente a la heterosexual, y a nivel social hay prejuicios para abordar estos asuntos.

 

El debate generalmente está ausente de los medios de comunicación y se limita a sectores universitarios, círculos intelectuales, especializados y académicos, grupos parlamentarios y autoridades de diferentes sectores y, por supuesto, entre las comunidades integradas por estas personas.

 

Categorías y discriminación

Según Roque, también coordinador del grupo "Hombres por la Diversidad" (HxD), las categorías sexuales son útiles para comprender la rica diversidad que muestra la sexualidad humana y han permitido, con mayor o menor éxito, reivindicar y legitimar el reconocimiento de las expresiones sexuales diferentes a la heterosexualidad.

 

Sin embargo, sostiene que esto representa en sí una contradicción, en tanto muchas personas no se sienten identificadas con estas etiquetas y se corre el riesgo de encasillar a los seres humanos en categorías que pueden conducir a mayor discriminación y rechazo social.

 

A juicio de Roque, las divisiones "legitiman los guetos, son en sí mismas discriminatorias y contrarias a la integración y enriquecimiento de los seres humanos".

 

"Desde el patriarcado y su poder -pobremente erosionado- se han construido e interpretado el resto de las categorías sexuales. No se trata de subvertir ese poder, sino de crear relaciones humanas basadas en la igualdad y en la flexibilidad de las construcciones de nuestras múltiples identidades sexuales y de género", sostiene Roque.

 

Aunque en la isla el Cenesex ha logrado la aprobación de la atención integral de salud a personas transexuales, incluida la operación gratuita de reasignación sexual, en la población persiste rechazo y, en no pocos casos, discriminación.

 

Un sondeo periodístico realizado por SEMlac en cuatro provincias de la isla (Pinar del Río, Ciudad de La Habana , Villa Clara y Granma), en 2008, reveló que 13 por ciento de las 80 personas entrevistadas manifestó actitudes de rechazo y discriminación frente a travestis y transexuales.

 

No obstante, el galeno sostiene que "es posible un mundo basado en el respeto, en justo y flexible reconocimiento de nuestras diferencias y nuestras diversas formas de sentir y expresarnos".

 

El informe Homofobia de Estado 2010, publicado por la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales Trans e Intersex, incluye a Cuba entre los países donde la homosexualidad es legal.

 

La homosexualidad es ilegal en 76 países, mientras que en Yemen, Mauritania, Sudán, Arabia Saudita, Sudán, en estados del norte de Nigeria y en algunos del sur de Somalia, se castiga con la pena de muerte, indica la fuente.

 

Diversidad dentro de la diversidad

La sexualidad es parte de la personalidad. Se vive de múltiples maneras y depende, en gran medida, de los procesos culturales e históricos de cada sociedad. "En eso radica la diversidad", insiste Roque.

 

Según el activista, ninguna categoría puede abarcar esas realidades. Por ejemplo: una persona homosexual vive y siente su homosexualidad de formas muy diversas, en ocasiones inimaginables. Existen entonces muchas homosexualidades y también es aplicable a la heterosexualidad y demás categorías.

 

En los últimos años, en Cuba se observa un mayor tratamiento del tema de la homosexualidad en la televisión nacional, sobre todo vinculado a espacios sobre salud y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).

 

Gabriel Coderch, coordinador general del grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero (OAR), considera que hace falta educar a la población, enseñarle que ser gay o lesbiana no es una enfermedad o un problema.

 

En comparecencia pública reciente, Mariela Castro, directora del Cenesex, destacó que en la isla, a diferencia de naciones donde se lincha a personas homosexuales, no existen crímenes por esta causa, lo que atribuyó a los 50 años de revolución y los avances que, poco a poco ha experimentado la sociedad cubana en algunos de estos temas.

 

Asimismo, admitió que queda mucho por hacer, tanto en el respeto a la diversidad como en el género, mientras se espera por propuestas como la de los derechos patrimoniales para las parejas de igual sexo, al mismo nivel que el de los matrimonios heterosexuales, entre otras reivindicaciones de estas comunidades.